La emblemática antorcha de la Estatua de la Libertad es uno de sus rasgos más reconocibles. Con una altura de 151 pies sobre el suelo, se diseñó originalmente como faro para los barcos que entraban en el puerto de Nueva York. Equipado con una potente luz, podía verse hasta a 24 millas de distancia. Sin embargo, debido a defectos de diseño y riesgos de incendio, el sistema de iluminación original se sustituyó por otro más seguro y eficaz. La antorcha es de cobre y sigue en pie, iluminando el puerto como símbolo de libertad y democracia.