El paseo en ferri por la Estatua de la Libertad es una experiencia extraordinaria que te permitirá embarcarte en un viaje por el puerto de Nueva York y sumergirte en la historia y la grandeza de uno de los monumentos más famosos del mundo.
El paseo en ferri sale desde Battery Park, en el bajo Manhattan, y Liberty State Park, en Nueva Jersey. Cuando el barco zarpe, te encontrarás con unas vistas impresionantes de la ciudad y de los rascacielos. A medida que el ferri cruza el puerto, podrás ir viendo la Estatua de la Libertad. La aproximación a la estatua es un momento realmente espectacular, ya que su colosal presencia aparece a la vista, evocando una sensación de asombro y maravilla.
El trayecto en ferri desde Nueva York sale de Battery Park, en el bajo Manhattan, y sigue una ruta directa hasta la Isla de la Libertad, donde se encuentra la Estatua de la Libertad. El trayecto suele constar de dos paradas. La primera es la Isla de la Libertad, donde podrás desembarcar y explorar los alrededores de la Estatua de la Libertad. Aquí podrás visitar el pedestal de la Estatua de la Libertad, el Museo de la Estatua de la Libertad y contemplar las impresionantes vistas de Nueva York.
Tus billetes también incluyen una parada en la isla Ellis. Esta isla sirvió como estación de inmigración en el pasado, y en ella puedes explorar el Museo Nacional de la Inmigración para conocer las experiencias de los inmigrantes que pasaron por sus puertas.
El trayecto en ferri desde Nueva Jersey sale del Liberty State Park, en Jersey City. La ruta te llevará primero a la isla Ellis y luego a través del río Hudson hacia la Estatua de la Libertad y la Isla de la Libertad.
En la isla Ellis, podrás explorar el Centro Nacional de Inmigración y otras exposiciones únicas, como el Muro del Honor y el "Peopling of America Center". La siguiente parada es la Isla de la Libertad, donde podrás desembarcar y explorar los exteriores de la Estatua de la Libertad de forma similar al paseo en ferri por Nueva York.
El viaje en ferri ofrece unas vistas panorámicas del puerto de Nueva York. Al salir de Battery Park, disfrutarás de impresionantes vistas del paisaje de Manhattan, con monumentos como el One World Trade Center, el Empire State Building y el puente de Brooklyn.
El punto culminante del viaje en ferri es, por supuesto, la mismísima Estatua de la Libertad. A medida que te acerques a la Isla de la Libertad, verás la majestuosa estatua de cobre, que se alza como símbolo de libertad y democracia. Admira la imponente imagen de la Dama de la Libertad, de 93 m de altura, y descubre la complejidad de este extraordinario monumento.
Descubre la Estatua de la LibertadAl atracar en la Isla de la Libertad, podrás desembarcar y explorar los alrededores de la Estatua de la Libertad. Pasea tranquilamente por la isla para apreciar la estatua desde distintos ángulos y disfrutar de la vegetación del parque. No pierdas la oportunidad de visitar el Museo de la Estatua de la Libertad, donde podrás conocer la historia, la construcción y el simbolismo de este emblemático monumento.
Explora la Isla de la LibertadMuchos viajes en ferri a la Estatua de la Libertad incluyen también una parada en la isla Ellis. Esta histórica isla fue la puerta de entrada a América de millones de inmigrantes entre 1892 y 1954. Explora el Museo Nacional de la Inmigración de la isla Ellis, donde podrás seguir las historias de aquellos que buscaron una nueva vida en América, ver exposiciones que muestran sus experiencias e incluso buscar a tus propios antepasados en el Centro de Historia de la Inmigración de la Familia Americana.
Explora la isla EllisNueva York:
Battery Park | Ver en mapa
Nueva Jersey:
Liberty State Park | Ver en mapa
Cómo llegar a la Estatua de la LibertadEl ferri de la Estatua de la Libertad sale de Battery Park, en el bajo Manhattan (Nueva York), y de Liberty State Park, en Jersey City (Nueva Jersey). Haz clic aquí para ver cómo llegar a la Estatua de la Libertad.
El trayecto en ferri desde Battery Park o Liberty State Park hasta la Isla de la Libertad suele durar entre 15 y 20 minutos.
Sí, las entradas para el mismo día suelen estar disponibles, pero están sujetas a disponibilidad. Lo mejor es comprar las entradas para la Estatua de la Libertad con antelación para asegurarte la franja horaria que prefieras.
Todas las entradas y visitas a la Estatua de la Libertad incluyen traslados de ida y vuelta en ferri.
Conviene reservar, sobre todo en temporada alta, para asegurarse una plaza en el ferri y reducir al mínimo el tiempo de espera.
Sí, puedes llevar tu propia comida y bebida en el ferri. Sin embargo, el alcohol y los envases de vidrio están prohibidos.
Sí, los cochecitos están permitidos en el ferri, pero puede ser necesario plegarlos y guardarlos durante el trayecto para garantizar la seguridad y aprovechar al máximo el espacio.
No, la única forma de acceder a la Isla de la Libertad y a la Estatua de la Libertad es en ferri.
Sí, el servicio de ferris es accesible para personas con discapacidad. Los ferris y los muelles están equipados con rampas, ascensores y aseos adaptados.
Sí, puedes entrar en el pedestal y la corona de la Estatua de la Libertad, pero el acceso es limitado y requiere una reserva y un control de seguridad aparte. Las entradas para la corona deben adquirirse por separado.
En el ferri hay audioguías disponibles en varios idiomas que ofrecen información narrada sobre la Estatua de la Libertad y la isla Ellis. También puedes optar por una visita guiada para disfrutar de comentarios en directo durante el trayecto en ferri.
Sí, tus entradas para la Estatua de la Libertad incluyen una parada en la isla Ellis, lo que te permitirá explorar tanto la isla como el Museo Nacional de la Inmigración.
A excepción de los animales de servicio, no se admiten mascotas en el ferri ni en las islas por motivos de seguridad e higiene.
El servicio de ferry de la Estatua de la Libertad suele funcionar solo durante el día y la última salida se produce antes de la puesta de sol. Por tanto, no es posible realizar visitas nocturnas.
Recomendamos llegar al menos 30-60 minutos antes de la salida programada para disponer de tiempo suficiente para la emisión de billetes, los controles de seguridad y el embarque.